viernes, 3 de septiembre de 2010

LOS ARROYEÑOS

MANUEL EL BUENO

Mis ojos en claro día
levanto al cielo sereno
y digo en mi corazón
"allá está Manuel el bueno".

Allá está Manuel Belgrano entre el azul y las nubes.
Tan pura y celeste es su alma entre ángeles y querubes.
Levantando en el Rosario con entusiasmo ferviente
la bandera de los paños de la Patria independiente.

Mis ojos en claro día
levanto al cielo sereno
y digo en mi corazón
"allá está Manuel el bueno".

De la Patria independiente sin que decirlo pudiera,
por eso por alentarla Belgrano le dio bandera.
Cuando es más azul el cielo y son más blancas las nubes,
allá se ve nuestra enseña entre ángeles y querubes.


UN HOMBRE CONTÓ ESAS COSAS

¿Y quiénes son esos hombres que a la frontera se llevan?
Son unos sufridos criollos arriados por una leva.
Cualquiera que resista más bien se tenga por muerto,
a la lucha contra contra el indio, a padecer al desierto.

Allí sufren los rigores de mil desgracias posibles;
rotosos se ven de pobres, las armas son inservibles
que han de correr ligero,
por tigres se van mostrando, muy hombres los fortineros.

Hernández contó esas cosas y puso el dedo en la llaga;
por él habló Martín Fierro verdades que no se apagan.
Hernández y Fierro:
Justicia reclama el gaucho y vida digna y honrosa.


TRIUNFO POR MI REPÚBLICA

Si volveré, no sé, tal vez.
Llama el clarín, me voy pa'l fuerte al amanecer.

El escuadrón formado está.
Bandera y banda tocando triunfos de libertad.

De mi región ya somos tres,
no sé, mañana, porque yo sé contar hasta diez.

Si volveré, no sé, tal vez.
"¡Viva la Patria!" gritan los sables por nuestra fe.

Esa mujer tiene mi amor
y mi bandera tiene tres pechos y un corazón.

Recluta fui, patriota soy.
Tengo mi fierro bien preparado pa' la ocasión.

Ya bajó al campo el escuadrón
cristiano y potro, caña y guitarra pa' algún fogón.

Si volveré, no sé, tal vez.
"¡Viva la Patria!" gritan los sables por nuestra fe.

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